Dios es amor. Este amor incomprensible que esencialmente es la Fuente de la Verdad, de la Palabra de Dios. Quien no ha leído el Evangelio no sabe lo que tiene. El Evangelio es punto básico de la Biblia. La Iglesia lo acepta como Fuente de Fe. Sus narraciones son llamativas y efectivas en el desarrollo de la religión. Son sencillas, poéticas y de carácter simbólico; ejemplo, la parábola.
Muchos célebres personajes de la vida cristiana cambiaron de vida por las frecuentes lecturas y comentarios del libro del hogar: la Biblia. Tenemos a San Agustín figura élite de la literatura cristiana; San Saulo Tarso, después convertido en San Pablo y dueño de sus comentadas Epístolas llenas de fervor apostólico.
El padre Jorge Luis Martínez aplica su mensaje a las necesidades más elementales de la vida. No le adulo, porque la adulación es un vicio feo, grotesco y de pocos amigos. Sé, que en nombre de Dios, se merece estas palabras tan sencillas y veraces en su contenido. Yo no sé... que las juzgue el pueblo como en los días de Jesús.
