- 06/12/13 - 03:49 PM
Antiguo Testamento tiene "un final abierto"
Fue ese autor alemán de origen judío quien sostuvo que "los relatos de la Biblia no buscan nuestro favor, no nos halagan a fin de embelesarnos".
Guadalajara
EFE
El Antiguo Testamento bíblico es "una gran novela experimental" que tiene "un final abierto" y de cuyo autor o autores no sabemos mucho, sostuvo el ling ista hebreo Ioram Melcer.
"La Biblia es una novela muy moderna, y como buen proyecto literario moderno de un autor desconocido (...) mezcló muchos cuentos de muchas fuentes desconocidas", agregó el escritor judío.
El también periodista participó esta noche en una mesa de debate titulada "La novela de novelas: la Biblia como literatura" durante la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL) junto con el autor mexicano Hugo Hiriart.
En su presentación Melcer explicó que la discusión de lo que en México se llama "Biblia" corresponde en realidad al "Antiguo Testamento" de ese libro sagrado y que podía ser leído como literatura desde la modernidad.
"También es una novela ideológica de la tensión entre la tendencia popular y la religión oficial, estatal", añadió Melcer.
Recordó que el Antiguo Testamento fue escrito "en hebreo", lo cual da ventaja y diferencia a los estudiosos judíos sobre los demás ya que cuentan con "interpretaciones escritas hace más de 2.000 años".
"Interpretar el Antiguo Testamento, estudiar, leer, escribir, contar un cuento, en el mundo hebreo-judío, son sinónimos. Mucha gente, para tener la libertad artística en una época antigua, disfrazaba algo original como interpretación de la Biblia", agregó.
Por su parte el filósofo y escritor Hugo Hiriart basó su presentación en los estudios del filólogo Erich Auerbach en su obra "Mímesis", en los que compara textos del Antiguo Testamento con los de "La Odisea" de Homero.
Fue ese autor alemán de origen judío quien sostuvo que "los relatos de la Biblia no buscan nuestro favor, no nos halagan a fin de embelesarnos".
"Lo que quieren es dominarnos. Estos relatos no son como los de Homero, una realidad meramente contada, no. En ellos se encarna la doctrina y la promesa fundidas indisolublemente en el relato", recordó Hiriart.
Por ese carácter abierto de la obra, explicó el novelista, dramaturgo y ensayista mexicano, "estos relatos velados (...) albergan sentidos ocultos que reclaman nuestro pensamiento y nuestra interpretación".
En la discusión ambos autores reflexionaron sobre el sentido del sacrificio de Abraham e Isaac, uno de los episodios bíblicos más importantes, que introduce el tema del padre dispuesto a matar al hijo por "una necesidad superior".
Hiriart lo conectó con los tiempos actuales y señaló que "el terrorista que se hace estallar en un concurrido café para matar a los que allí están sentados, gente que ni siquiera conoce, pertenece al grupo de los obsesos con deberes éticos superiores".
El acto formó parte del programa que ha presentado Israel en la FIL 2013, que tiene a ese país como invitado de honor.
EFE
El Antiguo Testamento bíblico es "una gran novela experimental" que tiene "un final abierto" y de cuyo autor o autores no sabemos mucho, sostuvo el ling ista hebreo Ioram Melcer.
"La Biblia es una novela muy moderna, y como buen proyecto literario moderno de un autor desconocido (...) mezcló muchos cuentos de muchas fuentes desconocidas", agregó el escritor judío.
El también periodista participó esta noche en una mesa de debate titulada "La novela de novelas: la Biblia como literatura" durante la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL) junto con el autor mexicano Hugo Hiriart.
En su presentación Melcer explicó que la discusión de lo que en México se llama "Biblia" corresponde en realidad al "Antiguo Testamento" de ese libro sagrado y que podía ser leído como literatura desde la modernidad.
"También es una novela ideológica de la tensión entre la tendencia popular y la religión oficial, estatal", añadió Melcer.
Recordó que el Antiguo Testamento fue escrito "en hebreo", lo cual da ventaja y diferencia a los estudiosos judíos sobre los demás ya que cuentan con "interpretaciones escritas hace más de 2.000 años".
"Interpretar el Antiguo Testamento, estudiar, leer, escribir, contar un cuento, en el mundo hebreo-judío, son sinónimos. Mucha gente, para tener la libertad artística en una época antigua, disfrazaba algo original como interpretación de la Biblia", agregó.
Por su parte el filósofo y escritor Hugo Hiriart basó su presentación en los estudios del filólogo Erich Auerbach en su obra "Mímesis", en los que compara textos del Antiguo Testamento con los de "La Odisea" de Homero.
Fue ese autor alemán de origen judío quien sostuvo que "los relatos de la Biblia no buscan nuestro favor, no nos halagan a fin de embelesarnos".
"Lo que quieren es dominarnos. Estos relatos no son como los de Homero, una realidad meramente contada, no. En ellos se encarna la doctrina y la promesa fundidas indisolublemente en el relato", recordó Hiriart.
Por ese carácter abierto de la obra, explicó el novelista, dramaturgo y ensayista mexicano, "estos relatos velados (...) albergan sentidos ocultos que reclaman nuestro pensamiento y nuestra interpretación".
En la discusión ambos autores reflexionaron sobre el sentido del sacrificio de Abraham e Isaac, uno de los episodios bíblicos más importantes, que introduce el tema del padre dispuesto a matar al hijo por "una necesidad superior".
Hiriart lo conectó con los tiempos actuales y señaló que "el terrorista que se hace estallar en un concurrido café para matar a los que allí están sentados, gente que ni siquiera conoce, pertenece al grupo de los obsesos con deberes éticos superiores".
El acto formó parte del programa que ha presentado Israel en la FIL 2013, que tiene a ese país como invitado de honor.