La vi y me la comí
La vi y me la comí
La vi y me enamoré de ella, al principio yo no le llamaba la atención, pero poco a poco me la fui ganando. Después de varios años de novios, un día le dije: “Hoy se rompe ese cristal”, y esa noche en mi cuarto de la casa de mis padres la hice mi mujer.
El primero y el único
Ella era sellito, hasta sangró. Yo fui muy delicado con ella, ya a esas alturas yo sabía lo que era comer carne de mujer. Pero ella para mí era una flor pequeña y sencilla. Luego sucedió lo inevitable: la preñé y me hizo papá de mellizos, se los hice con amor y pasión.
La bomba ‘sexy’
Ella tiene padres tableños y yo soy moreno y bien armado, parece un bate de béisbol, estrecho en la base, pero grande y cabezón. Nuestros primeros años de pareja fueron muy fogosos, pero con el tiempo le perdí interés, ella se puso gorda y no me satisfacía como mujer.
Transformer
Yo la dejé, la desprecié y me busqué otra más joven y caliente, flaca y culona. Con el tiempo mi ex volvió a la batalla y se puso espectacular, bajó de peso, se operó las tetas y se puso un nalgatorio grande. Ahí comencé a volver a sentir el amor y la pasión de antes. Pero ella me rechazó todas mis propuestas. Ahora no tengo alternativas ella no me ama, pero yo sí la amo y cada vez que estoy cogiéndome a un levante cierro los ojos y me imagino cogiéndome a mi exmujer. Tengo una vida de desgraciado porque, pese a que tengo a mi disposición a todas las mujeres que se me antojan, no tengo al amor de mi vida porque no la respeté ni la valoré. Aprendan la lección chicos y chicas, nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde.