Maromero

Maromero

Tengo un marido muy cachondo, a ese hombre sí le gusta coger, y lo hace muy rico. Es muy creativo y me pone de ladito, de perrita, de cangreja, etc., solo nos falta el helicóptero que es más difícil porque hay que tirarse de arriba y ensartarla de un solo envión. Qué chiste. Lo bueno es que la tengo corta y el la tiene larga y gruesa como un salchichón de salami, y eso le viene de herencia porque es medio hindú.

Atlético

Este “man” que me lo como todo tiene el deseo de verme como el pollo asado en chuzo dando vueltas encima de él. Lo que pasa es que a mi macho le encanta hacer deportes y a mí me da asco la sudadera y andar corriendo. Yo prefiero todo en la cama, especialmente si es con él con el banderín arriba. Y es que lo tiene grande y lleno de venas enormes con una cabeza que parece bulldog. Me moja toda verlo como entra y sale y cuando se esconde todo dentro de mí lo puedo sentir palpitar y dar empujones queriendo entrar más y más. Yo sé que a él lo excita sentirme suave y muy mojada, que se me sale el orine de lo alborotada que estoy.

Ojos para ver

¿Han visto la copula? Ese momento sublime cuando el hombre y la mujer se unen y se comen su carne. Hacer sexo es el más grande placer de la humanidad. A mí me encanta verlo, es un espectáculo porque soy una tremenda hembra que necesita tener a un macho haciéndome sentir suya, cogida por el toto. Yo se lo doy todo, en esa posición no tengo alternativa, él me hace lo que quiere, me le entrego toda para que se la saque toda. Me gusta dejarlo seco que no quede ni una gotita para nadie. Lo dejo vacío cada mañana. Él no sale para el trabajo sin hacérmelo y descargarlo todo.

Casados

Así debe ser la vida de casados. A mí me tiene que comer todos los días y hay veces que lo hacemos dos veces. Es que no le doy descanso ni tiempo para otra cosa que coger.