Conmemoran la XXVI Jornada Mundial de la Vida Consagrada (Fotos)
El Papa Francisco preside la misa conmemorativa de la XXVI Jornada Mundial de la Vida Consagrada. Fotos: EFE
En la Misa de este 2 de febrero por la Fiesta de la Presentación del Señor y la Jornada Mundial de la Vida Consagrada, el Papa Francisco alentó a los consagrados y consagradas a renovar su entrega a Cristo con entusiasmo y fidelidad cada día, a la vez que les advirtió del peligro del “virus del narcisismo o la obsesión de protagonismo”.
En la Misa de este 2 de febrero por la Fiesta de la Presentación del Señor y la Jornada Mundial de la Vida Consagrada, el Papa Francisco alentó a los consagrados y consagradas a renovar su entrega a Cristo con entusiasmo y fidelidad cada día, a la vez que les advirtió del peligro del “virus del narcisismo o la obsesión de protagonismo”.
En la Misa de este 2 de febrero por la Fiesta de la Presentación del Señor y la Jornada Mundial de la Vida Consagrada, el Papa Francisco alentó a los consagrados y consagradas a renovar su entrega a Cristo con entusiasmo y fidelidad cada día, a la vez que les advirtió del peligro del “virus del narcisismo o la obsesión de protagonismo”.
En la Misa de este 2 de febrero por la Fiesta de la Presentación del Señor y la Jornada Mundial de la Vida Consagrada, el Papa Francisco alentó a los consagrados y consagradas a renovar su entrega a Cristo con entusiasmo y fidelidad cada día, a la vez que les advirtió del peligro del “virus del narcisismo o la obsesión de protagonismo”.
En la Misa de este 2 de febrero por la Fiesta de la Presentación del Señor y la Jornada Mundial de la Vida Consagrada, el Papa Francisco alentó a los consagrados y consagradas a renovar su entrega a Cristo con entusiasmo y fidelidad cada día, a la vez que les advirtió del peligro del “virus del narcisismo o la obsesión de protagonismo”.
En la Misa de este 2 de febrero por la Fiesta de la Presentación del Señor y la Jornada Mundial de la Vida Consagrada, el Papa Francisco alentó a los consagrados y consagradas a renovar su entrega a Cristo con entusiasmo y fidelidad cada día, a la vez que les advirtió del peligro del “virus del narcisismo o la obsesión de protagonismo”.