La revancha es obligatoria
Aún ayer la pelea que disputaron el pasado jueves los panameños Carlos “La Arañita” Ortega y Gilberto “El Cacique” Pedroza estaba en boca de los fanáticos. Hasta
Aún ayer la pelea que disputaron el pasado jueves los panameños Carlos “La Arañita” Ortega y Gilberto “El Cacique” Pedroza estaba en boca de los fanáticos. Hasta colegas me preguntaban ayer a quién había visto ganar en esta guerra de ocho asaltos que protagonizaron para mí, los dos mejores prospectos istmeños que hay en estos momentos en la categoría más baja del boxeo.
Al final fueron ocho interesantes asaltos, bien disputados, con derroche de coraje y gallardía, con dos pequeños gladiadores que nunca dejaron de lanzar golpes. Un Carlos Ortega por el que me quito el sombrero, porque demostró arriba del ensogado que deseaba de todo corazón arrebatarle a “El Cacique” los títulos mínimo nacional y Fedecentro, este último avalado por el Consejo Mundial de Boxeo (CMB).
Y es esto lo que debe hacer cualquier aspirante a una faja, ya sea mundial o regional, presionar desde el estallido del primer campanazo, haciendo valer, a plenitud, su papel de retador. Incluso, el propio Pedroza se quedó sorprendido de la presión que le montó su rival. Eran tantos los deseos que tenía Ortega de ganar, que cuando Pedroza le conectaba buenos golpes al rostro, no retrocedía, al contrario, lo llamaba para que continuaran la pelea cuerpo a cuerpo para deleite de los pocos, pero afortunados aficionados que asistieron al Fantastic Casino de Albrook Mall.
Repito, fue una pelea pareja, que pudo haberse inclinado hacia cualquiera de los dos, por lo que hoy no critico la decisión de los jueces Fernando Murray, Jesús Alemán y David Singh, quienes llevaron las tarjetas de ese pleito en las 105 libras.
Sin embargo, sí les aclaré a los colegas que por el punto que le quitó el árbitro Abdiel Barragán a “El Cacique” en el sexto asalto por actitud antideportiva, más la presión y las ganas que desbordó “La Arañita”, este último merecía la victoria.
Por todo lo anterior es que exijo que esta revancha se haga lo más pronto posible, porque así lo pedimos los que tuvimos la suerte y el privilegio de ver, en vivo, este gran combate, que lastimosamente no fue televisado.