Mundo - 31/3/14 - 11:41 AM
Empresario italiano abandona su protesta en la cúpula de San Pedro
El restaurante de Di Finizio, "La Voz de la Luna", situado frente al mar, resultó destruido hace algunos años por un incendio, y, tras lograr reabrirlo, podría perderlo por la ley europea.
Ciudad del Vaticano
EFE
El empresario italiano Marcello di Finizio abandonó hoy la cúpula de San Pedro del Vaticano, después de que el pasado sábado se encaramara allí con una pancarta de grandes dimensiones para protestar por la situación económica del país.
Una hora antes de que bajara de la cúpula, hacia las 17.15 hora local (15.15 GMT), una delegación de diputados del Movimiento 5 Estrellas (M5S) del cómico Beppe Grillo acudió al lugar para escuchar los motivos de su protesta y transmitirle su solidaridad.
"Hemos intentado convencerle de que es mejor descender de la cúpula y estudiar su situación. No podemos ignorar a quien está sufriendo por la crisis de un Estado que afecta tanto a pobres como a ricos", explicó uno de los diputados.
Di Finizio, que en total ha protestado del mismo modo en cuatro ocasiones en los últimos dos años, sigue siempre el mismo método: sube hasta la linterna de la cúpula comprando una entrada de turista y, una vez allí, se desliza hasta una de las claraboyas, a la que se fija con arneses y sobre la que extiende una pancarta de grandes dimensiones para que pueda ser leída desde la calle.
En esta ocasión, la pancarta iba dirigida al papa Francisco y al presidente de Italia, Giorgio Napolitano, y en ella pedía que "Se detenga todo esto", en alusión a las políticas de austeridad.
Además, esta vez el empresario llevaba una tableta desde la que publicó mensajes en su perfil de la red social Facebook, en los que informó de su situación durante los dos días que ha permanecido encaramado en la cúpula de San Pedro.
Según algunos medios, Di Finizio se hirió en una pierna con uno de los paneles de plexiglás colocados en la linterna de la cúpula para evitar, precisamente, que la gente se descuelgue.
"Por favor, podéis llamar a la Secretaría del Vaticano y preguntarles si ellos, muy cristianamente, podrían proporcionarme un poco de agua, gasas y algún desinfectante?. Creo que el agua no se le puede negar a nadie y, si no tienen agua, una esponja con vinagre", solicitó en uno de sus mensajes.
Di Finizio protesta, además, contra la directiva Bolkestein de la Unión Europea (UE), que impone que salgan a subasta las concesiones de restaurantes a la orilla del mar a partir de 2015, lo que afectaría a un establecimiento de su propiedad.
El restaurante de Di Finizio, "La Voz de la Luna", situado frente al mar, resultó destruido hace algunos años por un incendio, y, tras lograr reabrirlo, podría perderlo por la ley europea.
La anterior vez que Di Finizio, residente en Trieste (noreste de Italia), se encaramó en la basílica de San Pedro fue el 20 de mayo de 2013 y allí permaneció dos días, sujeto con cuerdas sobre uno de los ojos de buey de la cúpula.
Previamente, el 30 de julio y el 3 de octubre de 2012 se había encaramado también a la cúpula, donde permaneció hasta tres días con el objetivo de pedir al Gobierno que ayudara a las pequeñas empresas italianas.
EFE
El empresario italiano Marcello di Finizio abandonó hoy la cúpula de San Pedro del Vaticano, después de que el pasado sábado se encaramara allí con una pancarta de grandes dimensiones para protestar por la situación económica del país.
Una hora antes de que bajara de la cúpula, hacia las 17.15 hora local (15.15 GMT), una delegación de diputados del Movimiento 5 Estrellas (M5S) del cómico Beppe Grillo acudió al lugar para escuchar los motivos de su protesta y transmitirle su solidaridad.
"Hemos intentado convencerle de que es mejor descender de la cúpula y estudiar su situación. No podemos ignorar a quien está sufriendo por la crisis de un Estado que afecta tanto a pobres como a ricos", explicó uno de los diputados.
Di Finizio, que en total ha protestado del mismo modo en cuatro ocasiones en los últimos dos años, sigue siempre el mismo método: sube hasta la linterna de la cúpula comprando una entrada de turista y, una vez allí, se desliza hasta una de las claraboyas, a la que se fija con arneses y sobre la que extiende una pancarta de grandes dimensiones para que pueda ser leída desde la calle.
En esta ocasión, la pancarta iba dirigida al papa Francisco y al presidente de Italia, Giorgio Napolitano, y en ella pedía que "Se detenga todo esto", en alusión a las políticas de austeridad.
Además, esta vez el empresario llevaba una tableta desde la que publicó mensajes en su perfil de la red social Facebook, en los que informó de su situación durante los dos días que ha permanecido encaramado en la cúpula de San Pedro.
Según algunos medios, Di Finizio se hirió en una pierna con uno de los paneles de plexiglás colocados en la linterna de la cúpula para evitar, precisamente, que la gente se descuelgue.
"Por favor, podéis llamar a la Secretaría del Vaticano y preguntarles si ellos, muy cristianamente, podrían proporcionarme un poco de agua, gasas y algún desinfectante?. Creo que el agua no se le puede negar a nadie y, si no tienen agua, una esponja con vinagre", solicitó en uno de sus mensajes.
Di Finizio protesta, además, contra la directiva Bolkestein de la Unión Europea (UE), que impone que salgan a subasta las concesiones de restaurantes a la orilla del mar a partir de 2015, lo que afectaría a un establecimiento de su propiedad.
El restaurante de Di Finizio, "La Voz de la Luna", situado frente al mar, resultó destruido hace algunos años por un incendio, y, tras lograr reabrirlo, podría perderlo por la ley europea.
La anterior vez que Di Finizio, residente en Trieste (noreste de Italia), se encaramó en la basílica de San Pedro fue el 20 de mayo de 2013 y allí permaneció dos días, sujeto con cuerdas sobre uno de los ojos de buey de la cúpula.
Previamente, el 30 de julio y el 3 de octubre de 2012 se había encaramado también a la cúpula, donde permaneció hasta tres días con el objetivo de pedir al Gobierno que ayudara a las pequeñas empresas italianas.