Madres Ngäbe que levantan futuros con educación y ayuda que transforma vidas
Los tres estudiantes tienen algo en común: una madre que no se rinde y un apoyo económico que abre camino.
En la Comarca Ngäbe–Buglé, lejos de la capital, entre caminos de tierra y techos de zinc que resisten el invierno, Edgar, Marelis y Yoalys salen temprano rumbo a sus escuelas. No hay electricidad, no hay internet, no hay lujos; pero hay algo más poderoso que todo eso: una madre que cree en ellos.
A pesar de las adversidades Edgar Rodríguez, de 12 años, es el segundo mejor promedio del Centro Educativo Cerro Otoe, con 4.7. Su hermana Marelis, de 10, es cuadro de honor con 4.4.
Mientras Yoalys Yarabis Rodríguez —de apenas 8 años— cursa segundo grado con promedio 4.6.
Ni la lluvia, ni el frío, ni el sol intenso los detiene. Cada mañana recorren largos caminos para llegar a la escuela, no por cumplir, sino porque aprender les entusiasma.
Los tres estudiantes tienen algo en común: una madre que no se rinde y un apoyo económico que abre camino.
Estas familias forman parte del programa Red de Oportunidades, del Ministerio de Desarrollo Social (MIDES), que entrega transferencias económicas condicionadas a hogares en situación de vulnerabilidad. Con este respaldo, miles de madres pueden comprar cuadernos, libros, lápices, zapatos, uniformes y los materiales que sus hijos necesitan para seguir estudiando.
Solo en la Comarca Ngäbe–Buglé hay 16,331 mujeres beneficiarias con realidades similares a las de Edgar, Marelis y Yoalys. En todo el país, el programa llega a 41,979 mujeres con hijos en edad escolar.
“Me siento orgullosa de mis hijos. Quieren un futuro distinto. Yo creo que la educación es el camino para salir de la pobreza y sé que llegarán lejos”, dice Olivia, convencida de que sin la transferencia del MIDES sostener los estudios habría sido casi imposible.
Edgar ya tiene rumbo: quiere ser policía. Se imagina con kepy, botas y cinturón táctico aportando a la seguridad de su comunidad. Su boletín lo respalda:
→ 4.9 en expresión artística y tecnología
→ 4.8 en inglés
→ 4.7 en matemáticas y español
Su maestra, Flor Santamaría, lo dice sin rodeos: “Es un estudiante ejemplar.”
“Su voluntad pesa más que sus limitaciones. Ojalá inspire a otros niños.”, agregó Santamaría.
Yoalys: la niña que sueña con bata blanca
Quiere ser doctora. Su madre, Mitzila Rodríguez, también beneficiaria del programa, la acompaña a la escuela todas las mañanas y luego camina grandes distancias para vender artesanías. Cada pulsera es comida, uniforme y uno o dos cuadernos más.
“Las transferencias ayudan, pero yo también trabajo. Quiero que mi hija llegue más lejos que yo.”, dice Mitzila, quien solo pudo estudiar primaria.

La niña brilla en la escuela: 5.0 en inglés, 4.5 en matemáticas y español. Además, desfiló con la banda tricolor y sueña en grande: “Tengo la mejor mamá del mundo.”
Su casa es de madera y zinc. No hay piso de cemento, pero nunca falta un lápiz ni un cuaderno. Yoalys promete que cuando sea doctora le regalará una casa a su mamá.
Pablo González, director comarcal del MIDES, explica que estas historias son prueba de que la inversión social transforma vidas:
“La Red de Oportunidades apoya a madres que viven en vulnerabilidad para que puedan impulsar emprendimientos y educación. Cuando a una madre se le apoya, una familia entera despierta esperanza.”
Tres caminos distintos, una misma fe: donde hay una madre con apoyo, hay futuro.
Sobre la Red de Oportunidades
La Red de Oportunidades es un programa de alto impacto social que busca integrar a familias en pobreza o pobreza extrema al desarrollo nacional, garantizando acceso a salud y educación.
Según cifras del MIDES:
- Comarca Ngäbe–Buglé lidera con 16,373 beneficiarios.
- Le siguen Chiriquí (3,894) y Bocas del Toro (3,762).
- El grupo más numeroso tiene entre 30 y 59 años (36,922 personas).