Nada se parece tanto a la vida como el ajedrez (Parte III)

Nada se parece tanto a la vida como el ajedrez (Parte III)

Nada se parece tanto a la vida como el ajedrez (Parte III)

Por: Por: Jonathan Ricardo Acevedo Herrera -

El ajedrez es una disciplina llena de todo tipo de algoritmos, patrones, variantes y variables. Un muy conocido algoritmo son los famosos gambitos en donde generalmente se sacrifica una pieza en la apertura, normalmente un peón, con el objetivo de obtener ventaja en el desarrollo y una posición favorable.

¿Cómo nos ayuda este principio aplicado a la vida?

Todos sabemos que no es fácil llevar una vida socialmente activa, pues en un mundo ajetreado el tiempo falta. Además como toda actividad en la vida, esto conlleva gastos económicos, ya sea por compartir con amigos en algún restaurante, participar de actividades deportivas o simplemente formar parte de algún club social para estar conectados.

Los gambitos nos enseñan básicamente a sacrificar material ( en este caso dinero) a cambio de actividad en nuestro juego (nuestra vida), con el objetivo de desarrollar no sólo buenos contactos sino también lograr ventajas de espacio y tiempo, iniciativa y mucha comodidad a la hora de proceder con el plan deseado. En distintas etapas de la vida es tan necesario jugar nuestra partida con iniciativa, entendiendo que el material se puede recuperar, que las inversiones a corto, mediano y largo plazo son algo factible y sencillo y no algo solo de las élites.

El principio del gambito antepone la posición por encima del material, y es tan real como cierto que quien tiene dinero y recursos pero está lleno de problemas sin resolver ( piezas sin desarrollar, falta de espacio y tiempo) es peor que un mendigo, y aquel que tiene material de sobra, pero sus pieza (contactos) están inactivas en su tablero, ese es peor que un vástago sin nombre.

Así que recuerda lector, el ajedrez te enseña a valorar más la actividad de tus piezas y la comodidad de tu posición que el material que no te sirve para nada. Después de leer esto, haz una valoración de tu vida y tus amigos, y analiza con cuidado cuáles están activas y cuáles no. A veces habrá que sacrificar más que sólo un peón, pero ese ya es otro tema para el siguiente capítulo...

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