Sigue parado tercer juego de esclusas
Las obras de la ampliación del Canal de Panamá siguieron suspendidas ayer, por segundo día consecutivo, mientras crece el apoyo en torno a la administración de
Las obras de la ampliación del Canal de Panamá siguieron suspendidas ayer, por segundo día consecutivo, mientras crece el apoyo en torno a la administración de la vía acuática y a que sea ella la que asuma y concluya el proyecto.
La ACP "envió anoche una carta donde se detalla la situación física del proyecto y se pide explicaciones, y el consorcio GUPC respondió que la suspensión obedece a los argumentos que expresó en su carta del 30 de diciembre pasado anunciando la suspensión", reveló la fuente.
Quijano exigió ayer al Grupo Unidos por el Canal (GUPC), que lideran las empresas española Sacyr y la italiana Impregilo, reiniciar de inmediato los trabajos, porque su paralización contravenía cláusulas del contrato vigente firmado en 2009.
La suspensión se dio después de que la ACP y el consorcio no lograron acordar un plan para reflotar la construcción del tercer juego de esclusas de la vía acuática, que el GUPC dice que no puede continuar porque sobrecostos por más de 1,600 millones de dólares lo dejaron sin flujo de caja.
Reclamaciones
Entre las reclamaciones millonarias del GUPC, la última era por una factura de $50 millones con la que las constructoras tenían que pagar a los proveedores y a los pocos más de 1,000 trabajadores que todavía estaban en la obra. Les debían el salario semanal, pero no se les pudo cancelar al no tener dinero en la caja.
Ante esta situación y tras la ruptura de las negociaciones, Sacyr los mandó a casa, suspendió las líneas de autobuses que los trasladaban al Canal y a las obras. Sacyr garantiza que cumplirá con los trabajadores.
Los inversores empezaron a llamar a la constructora española para conocer cuánto le costará la paralización de las obras en el caso de que no se reanuden.
Sacyr sostiene que lo máximo que puede perder son las garantías de $573 millones, cifra que podría reducirse sensiblemente puesto que uno de los avales está relacionado con la calidad técnica de las obras, hecho que ni la Autoridad panameña discute. Sin embargo, lo que no tienen claro los inversores es si el grupo tendrá que reformular sus cuentas, ya que en las de 2012 se apuntaron como ingresos cerca de 700 millones de euros que ahora Panamá no le reconoce. En 2012 el consorcio ya tuvo minusvalías de 324.3 millones, lo que le obligó a recurrir a préstamos bancarios con HSBC y Banesco.
La ACP no solo tiene candidatos para sustituir al consorcio Grupo Unidos por el Canal (GUPC) en las obras de ampliación de la vía interoceánica, sino que también ha procurado que los interesados tengan información de primera mano. Varias compañías, entre las que se encuentra la estadounidense Bechtel, han podido visitar in situ en los últimos días las obras para tomar nota de su actual estado.