Barco norcoreano
Con la liberación, luego del pago de la multa impuesta por la Autoridad del Canal de Panamá, al buque de bandera norcoreana, Chong Chong Gang y el consiguiente zarpe del mismo a aguas internacionales, se cierra un capítulo de la historia reciente del país, que manda un importante mensaje a la comunidad internacional.
Un mensaje alto y claro, Panamá no es tierra abonada para ser trampolín del trasiego de armas al margen de las disposiciones y embargos internacionales; es un mensaje que deben entender quienes crean que el istmo puede ser santuario para actividades al margen de la ley.
La Organización de Naciones Unidas, ha impuesto sanciones a Corea del Norte y Panamá, como parte de la comunidad internacional que repudia el terrorismo, el armamentismo y los regimenes totalitarios, , hizo bien en retener al buque cuya carga de armamento no declarado, no solo violaba el embargo de la ONU a Norcorea, sino que violaba flagrantemente, normativas del propio Canal de Panamá.
El hecho de que aquí quedan el capitán del barco, su primer oficial y el oficial político, para ser investigado, juzgado y condenado en caso de que resulten culpables de violar nuestro Código Penal en materia de contrabando de armas, es un claro mensaje de que esta tierra no apoya el terrorismo ni el totalitarismo.