Compare precios de pescados y mariscos

Tradicionalmente, durante la época de Cuaresma y Semana Santa el consumo de los productos marinos aumenta, lo que produce incremento en los precios por parte de los expendedores, quienes alegan escasez y otros factores que afectan la normal comercialización.

Por lo que la mejor recomendación a los fieles de la tradición es comprar estos productos antes de los viernes, ya que durante este día es que mayormente ocurren las variaciones de precios.

Aunque en repetidas ocasiones, los representantes de la Iglesia católica han reafirmado que comer pescado en esta época no es una obligación religiosa, la tradición sigue prevaleciendo y muchos consumidores abarrotan los principales puestos de ventas de los productos del mar.

Cabe destacar que los precios de estos productos marinos se establecen según la libre oferta y demanda, o sea, en pocas palabras no hay regulación por parte del Estado en estos precios. Lo que sí es obligatorio es que los precios de todas las variedades de pescados y mariscos deben ser anunciados en forma visible para los compradores.

Por lo tanto, es aconsejable adquirir anticipadamente las variedades de pescados y mariscos, limpiarlos, prepararlos, dividir según la cantidad a usar y congelarlos. Su valor nutricional será el mismo. Es importante comparar precios en diferentes puestos de venta, exigir precios visibles y no pagar más de lo anunciado.

Otra recomendación para comprar estos productos es asegurarse de que el indicador de la balanza esté en cero antes de que sea utilizada para pesar el producto. El pescado fresco debe tener un aroma suave y agradable, agallas rojas, carne firme y consistente, escamas bien adheridas, ojos y piel brillante. Si no puede pagar por estos productos, busque alternativas como las tunas y sardinas enlatadas. Pues no solo de pescado se vive en Semana Santa.

Si encuentra un caso de pesa alterada, falta de precios a la vista u otra anomalía en la comercialización de los productos del mar, reporte a la línea de atención 130 de la Acodeco. Y si sospecha que hay falta de higiene o que el producto está en mal estado, repórtelo al Ministerio de Salud.