De todo un poco…

Por: Carlos Christian Sánchez Columnista -

Llegamos al final del 2018. Diciembre es un mes que todos deberíamos usar para reflexionar y pensar por quiénes votar el año venidero. Pasamos por una Navidad en austeridad. Esta quincena ha sido muy triste. El desempleo ronda un 7%, la informalidad en 80%, mientras crece la expectativa por lo que pase cuando cambie el gobierno, dentro de seis meses.

En lo político, el anuncio de una posible dupla de Rómulo Roux junto a Ricardo Martinelli en la eventual nómina presidencial de Cambio Democrático (CD) deja temblorosos al oficialismo varelista y al Partido Revolucionario Democrático (PRD), que ya se creía victorioso el próximo 5 de mayo de 2019. El partido de los “locos” logra un gran paso hacia la unidad. El mismo pueblo panameño clama que vuelva el Cambio, pues antes se vivía mejor.

Paralelamente, nos encontramos con un hecho que los medios afines al MOTTIN y al PRD no quieren mencionar. Por un lado, la doble derrota que sufrió Nito “Cemis” al no lograr la alianza con el Partido Popular y cuidado también con el Molirena. Habían llamado a un directorio el 22, pero lo pospusieron para el 28 de este mes. Y los perredistas, confiados de que los “gallos” se iban con ellos, hicieron lo mismo para el 23 de diciembre. ¿Será que los ñames torcieron brazos?

Otro tema es la aparición de personas difuntas en las listas de los “sacrosantos” precandidatos presidenciales por la libre postulación, incluso en tres que son declarados simpatizantes del MOTTIN. Pueblo panameño, ¿ven lo que decíamos? Esa gente es más de lo mismo. Son realmente “dependientes” de las chequeras de empresarios corruptos que evaden impuestos y representan la plutocracia rancia que hoy domina este país.

En lo referente a la farándula, toda la atención se centra este domingo en la participación de Iveth Montezuma en el concurso Miss Universo de Tailandia. Una hermosa mujer de rasgos indígenas nos representa dignamente. Empero no todo es color de rosas. Otra panameña, Paulett Rosales, que participaba en un certamen de belleza, fue discriminada en Malasia por tener vitiligo.

Mientras Miss Universo permite la participación de un hombre “trans” para representar a 23 millones de mujeres españolas, en Miss Turismo Internacional los racistas malayos descalifican a nuestra compatriota por considerarla “impura” por sus manchas en la piel. ¿Dónde está la Cancillería panameña que no da la cara al respecto? Vivimos en un mundo virado de cabeza.

Larga vida y prosperidad para todos. Saludos, amigos...

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