La junta directiva de la CSS administraría el Canal

Ni se lo imaginen, que para eso estamos los economistas viejos que ya hemos visto pasar mucha agua debajo del puente. Hasta ahora la CSS es el botín político más relumbrante en la historia panameña. Esa corona sería arrebatada de la “tota” de la CSS, si ponemos a la actual junta directiva a comer pixbae en el Canal de Panamá. Y, por lo visto para allá vamos irremediablemente y es cosa de 10 años. Panamá está viviendo un descarrilamiento enorme y peligroso producto del actuar de la clase política que carece de visión de país, sin lugar a dudas. La planificación tan necesaria en un país que se respete aquí se desconoce, no existe al igual que la disciplina del mantenimiento en casi todos los ministerios e instituciones.

Todo indica que el camino crítico hacia la debacle del activo más importante con que contamos, puede ser frenado únicamente por la enmienda Deconcini de un momento a otro, y ahora con más razón que está Donald Trump, quien ha puesto a un lado la política de Estado por su exitosa política de gobierno. Pero la avaricia de malos panameños, a quienes denomina el pueblo como “buches de paila”, no permite que personas preparadas, honradas y de mucha moral y ética ocupen puestos de importancia en casi ninguna institución y menos como directivos de la administración del Canal de Panamá. Los políticos resumen el desarrollo del país escogiendo personas para semejantes responsabilidades en los recuerdos del amiguismo y el clientelismo rastrojero.

En repetidas ocasiones se ha dicho en Panamá, que la política partidista no debe incursionar en el Canal, pero parece cosa imposible. Me he tomado la tarea de ver por internet quiénes ocupan los once cargos de directores, y vemos a: políticos de poca monta, banqueros de banqueros no vainas, eso sí , en esa foto totalmente excluyente de nuestras raíces no van a encontrar a ningún cholo, chino ni negro, es decir, nombran los principios desgastados de nuestros políticos a ciudadanos que lo más probable es que desconocen que el activo Canal, es de todos los panameños y que debe funcionar bien, no tanto para lo que dice el escudo de armas, sino además para que los niños no mueran desnutridos como está ocurriendo en Colón, Veraguas y Chiriquí. Los orgullosos directivos del Canal que vi posando en una escalinata vestidos de un negro sepulcral para mí no llenan las expectativas de lo que se merece Panamá a estas alturas, a lo mejor para ustedes sí.