La Ley Inexistente

La Ley Inexistente

La Ley Inexistente

Por: José Raúl Mulino Q. Exministro de Seguridad Pública -

Estamos llegando al final de Varela y el momento me resulta propicio para reflexionar sobre un tema que, como abogado, me ha resultado repudiable: la no aplicación de la ley de manera imparcial, independientemente del caso de que se trate.

Hoy, las piezas de aquel rompecabezas iniciado en 2014 van embonando en su lugar. La información que suponíamos es confirmada de parte de muchos que estuvieron atizando la hoguera, las actuaciones de fiscales serviles comienzan a desmoronarse ante jueces que van poniendo distancia de los atropellos judiciales, las órdenes de mentir para inculpar comienzan a saberse, los testigos se desdicen mientras el final se acerca de manera irremediable. ¡Comienza a haber miedo y ganas de correr!

La ley que estudiamos y que se actualiza a menudo plantea siempre una letra y un espíritu del que no debemos separarnos, nos guste o no. Quizás para alguien ajeno al derecho esto suena irrelevante, pero es que la ley debe ser siempre la ley, y su interpretación debe ser cónsona con su propósito. No cabe estirarla, ignorarla o antojadizamente interpretarla. Eso es lo que ha pasado de manera selectiva: se ha actuado, respecto de los que somos CD, en base a esa ley inexistente.

Se han valido de todo. Un Ministerio Público manipulado, con una conducción comprometida con el poder de donde emanó su designación, unas/os fiscales igualmente abyectos sin pensar que llegaría el momento de saldar cuentas, como en efecto está llegando. Medios de comunicación al servicio de la persecusión mediática primero para luego abrir campo a la judicial, so pretexto de "notitia criminis", alimentada desde las entrañas del Ministerio Público y otros, pero selectivamente. Se valieron de columnas, programas mañaneros, vespertinos y dominicales, glosas insultantes, coberturas torcidas sin derecho a réplica, editoriales que mancillaron nombres y que ofendieron familias pensando que todos éramos culpables porque ellos así lo decían. Inventaron y financiaron movimientos y estructuras de opinión con personas repugnantes que han hecho de su aparecer cotidiano una apología constante de muchas cosas ajenas y distantes de claros principios y garantías constitucionales y legales que están allí, vigentes para todos, pero que por su presión y contubernio tenían que ser negadas de todas maneras porque ellos así lo decían y punto. ¿Habrá sido bueno el sueldo?

En el plano electoral que transcurre, se inventaron sus candidatos/as independientes para vender la idea de que el país está listo para eliminar a los partidos y tener un Ejecutivo que les responda a ellos so pretexto de que todo está podrido sin entender que los partidos políticos- depurados y mejor conducidos, es cierto-, son esencia de la democracia. Cuando uno no les gusta o creen que su poder alcanza para sacarlo de la elección, caso RM, se inventan procesos fuera de todo término y ensayan interpretaciones estúpidas que van contra los propios actos del Tribunal Electoral que, como entidad rectora del proceso electoral, lo ha dejado correr 7 veces certificando el requisito que ahora el padre del ministro carcelero dice que no se cumple, fuera de todo término legal. Si la orden era no dejarlo correr, ¿para que le permitieron postularse varias veces? En dictadura cancelaron una elección ante el innegable triunfo opositor, pero permitieron hacer campaña aunque violenta y peligrosa, pero ahora, en democracia, juegan con las normas a su antojo y dicen frases como que aunque las normas lo digan claro, hay que interpretarlas en su "contexto", el de ellos claro. No se dan cuenta, por ahora, que no es RM, es la institucionalidad electoral la que se pone en juego a 3 semanas de una elección con el consiguiente daño, que es quizás lo que se busca de toda una propuesta electoral legítima. Si la orden era que no corriera, ¿para que le permitieron correr, reitero?

La ley inexistente ha movido opiniones aberrantes como la de un constitucionalista allegado al presidente que, palabras más o menos, escribió su mandamiento del abogado en el que invita a desconocer el código de procedimiento porque lo importante es hacer justicia, claro, la de ellos, sin darse cuenta de que pronto, muy pronto, necesitarán de ese código para defenderse esperando que se les respeten las reglas que por 5 años han desconocido.

Termina un quinquenio perdido. No se lo que viene, pero espero como todos lo hacemos que sea mejor en todo sentido, que inicie limpiando la casa de la justicia de manera integral, que restablezca el Estado de Derecho, que las rendiciones de cuenta que se pedirán sean para eso no para mentir a la brava, que a todos se les respeten sus derechos. Entonces muchos entenderán que la ley inexistente con que nos han acabado a muchos sí existe y se les respeta. Nada más, pero tampoco nada menos.

Mientras, ¡el reloj sigue su marcha y cada día que pasa es uno menos de todos ellos allá!

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