Poco a poco, manglar o coco

Aunque quisiera que fuera lo contrario, lo relativo al ambiente, o medioambiente, está cada vez peor. Casi a diario encontramos una noticia que describe una acción, una omisión, la cual resultará en la afectación directa o indirecta de alguna parte del ambiente en que vivimos en Panamá. Las apariciones, también diarias, de quienes denuncian esos hechos, provocan rechazo de personas que no han comprendido o, lo que es peor, no han querido comprender de lo que tratan en estas denuncias. No es necedad de quienes estamos preocupados por las condiciones del medio en que vivimos todos, pedir que se respete la designación de un área protegida; o luchar para evitar que se talen los árboles de los estacionamientos actuales de la Corte Suprema de Justicia.

Como dice el refrán: