RedacciónHay diferentes clases de bochinchosos.Está el que ralata todo lo que escucha y ve exactamente igual a como se lo dijeron o sucedió.
Por otro lado, está el que cuenta los bochinches dándose licencia para exagerar en los detalles más escabrosos, para darle más "sabor" al cuento.
Y están los que sin la menor vergüenza interpretan lo que ven y escuchan de la peor forma que se les ocurre, inventando cosas que no son, recreando eventos de la forma más descabellada, ficticia, increíble y maliciosa.Y todo con un fin: el de dañar la reputación de un vecino o compañero o compañera de trabajo.Hay personas talentosas para el bochinche malicioso.
Son capaces de tomar una escena en la que un compañero o compañera de trabajo están comiendo juntos en la hora de almuerzo, y convertirlo en un cuadro apasionado de amantes que se toman las manos, se besan y se acarician por debajo de la mesa.La mayoría de los bochinchosos tiene un grupo selecto de amistades a los que confía sus delirios, pero los más maliciosos no discriminan ni sobre quién lanzan el veneno ni quién lo recibe.
Con la errónea y torcida percepción, de que todo el mundo disfruta de escuchar lo que escupe sobre el resto de las personas, se sientan junto a compañeros que apenas conocen para despotricar contra sus "enemigos" en el trabajo.Como si así fueran a ganar amistades.A la gente decente no le interesa escuchar mal de nadie.Están muy preocupados por cosas realmente importantes como para hacerle caso a los rumores infundados y maliciosos.