Valore sus grandes tesoros
Por: Rómulo Emiliani -
La rutina en la que muchas personas viven sumergidas y la rapidez con la que marchan las cosas en la sociedad de hoy nos empañan la vista y no nos dejan observar y valorar los grandes tesoros que poseemos. En este Mensaje al Corazón, trataremos de limpiarle sus ojos de forma que pueda apreciar el brillo de esos grandes tesoros que Dios le ha brindado.
¿Valora usted su honestidad? ¿Su conducta intachable? &162;Eso es un gran tesoro! ¿Qué es mejor: tener dinero a montones y sentirse intranquilo y con la conciencia sucia porque algunos de esos dineros han sido conseguidos ilícitamente, o no tener mucho dinero pero poder dormir cada noche con la tranquilidad de que lo que tengo me lo he ganado honestamente? ¿Acaso el poseer mucho dinero le va a dar la felicidad? Valore más sus verdaderos tesoros: la honestidad, su pureza de intención, valore más el hecho de que usted es una persona intachable, que nunca se ha prestado a nada ilícito y que lleva una vida honesta.
¿Valora usted su persona? ¿Valora lo que usted es, lo que tiene? Usted es hijo de Dios. Tiene dignidad, tiene posibilidades, tiene cualidades, tiene grandes riquezas interiores. ¿Valora usted su salud? Puede caminar, moverse, ver, escuchar. ¿Valora usted la posibilidad que tiene de amar siempre, de que nadie le podrá impedir jamás el poder amar? ¿Y ya aprendió usted a valorar su tiempo, el tiempo tan valioso que usted tiene y que en muchas ocasiones ha perdido inútilmente? ¿Y ha valorado usted la oportunidad que tiene hoy de ser feliz y de hacer felices a los demás? Si no es así, si usted no ha aprendido a valorar sus tesoros, ha llegado el momento de cambiar.
"Señor, me siento arrepentido por haber despreciado muchas veces lo que tengo. Por no haber valorado lo mucho que Tú me has dado. Yo te pido perdón, Señor, por mi ambición y por el desprecio que he hecho a lo que tengo. Gracias, Dios mío, por los muchos tesoros que me has brindado. Soy mucho más dichoso que desdichado. &162;Oh, Dios mío! Muchísimas gracias por ser Tú tan maravilloso y bueno". Y recuerde: con Dios usted es... invencible.