Daños por crecida del chorro
Los fuertes aguaceros que cayeron en Arraiján el domingo causaron daños, por la crecida del chorro de Burunga, que afectó ocho casas, la corriente de una quebrada,
Los fuertes aguaceros que cayeron en Arraiján el domingo causaron daños, por la crecida del chorro de Burunga, que afectó ocho casas, la corriente de una quebrada, que arrasó parte de la gravilla del puente de la comunidad La Cantera, y un apagón de dos horas en calles y residencias en la cabecera del distrito.
El chorro de Burunga incrementó el caudal de su catarata, hasta el punto de que rebasó los límites normales de su cauce, lo que provocó que las aguas penetraran en las residencias cercanas.
Isabel Rentería, una de las afectadas, manifestó que “por tercer año consecutivo sufren inundaciones y que hasta el momento nadie los apoya”, lo que fue confirmado por Yaribel Quiel y Daniel Mosquera, otros que lo perdieron todo.
Heriberto Chávez, director del Sistema Nacional de Protección Civil (Sinaproc) en Oeste, informó que la situación obligó a las cuadrillas de rescate a evacuar del área a dos adultos y tres menores.
“En las primeras horas de la noche del domingo las aguas fueron tomando su nivel y el peligro se fue desvaneciendo”, señaló Chávez, luego de dirigir los operativos en Burunga.
En la barriada 7 de Septiembre también fue afectado por las lluvias Alberto Tuñón, quien había tomado la precaución de reubicar su almacén de materiales en un sitio más seguro.
La corriente se llevó parte de la gravilla del puente de La Cantera, que se le colocó para permitir el paso vehicular y peatonal.
Sin embargo, el domingo en la noche se produjo un prolongado apagón que duró dos horas, incrementando así la zozobra de los residentes del distrito de Arraiján cabecera.
Ayer, en el lugar continuaban los trabajos por parte de la empresa Maribel, que reparaba el puente.
Varias familias confrontan el problema de que están sin agua, porque los conductores de los carros cisternas del Idaan temen pasar el puente por su peso, y no pueden llevar el preciado líquido hasta donde residen.