Sucesos - 17/3/14 - 02:40 AM

Acribillan a comerciante colombiano en Chilibre

“Dame un six pack (...)”, pidió un supuesto cliente. Jairo se volteó a buscar la mercancía y en cuestiones de segundos le cayó una lluvia de balas.

Por: -

Carlos A. Rodríguez / Crítica


No hay detenidos



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El colombiano Amaya recibió diez balazos en el lugar de su propiedad, en el que trabajaba para ganarse la vida. Se investiga el móvil del homicidio.

“Dame un six pack (...)”, pidió un supuesto cliente. Jairo se volteó a buscar la mercancía y en cuestiones de segundos le cayó una lluvia de balas. Su cuerpo cayó abatido.

Hechos

El comerciante colombiano Jairo Humberto Amaya, de 46 años, fue acribillado de diez tiros por un sujeto desconocido que se acercó a su negocio para asesinarlo.

El ataque se perpetró a las 2:20 de la madrugada de ayer, domingo, en el Minisúper Pao-Pao, propiedad de la víctima, ubicado en el sector Nueva Esperanza, del corregimiento Chilibre.

La víctima quedó abatida en la escena.

Al dueño del local le correspondía el turno de medianoche hasta las seis de la mañana, cuando se acercó el sujeto, quien se hizo pasar como cliente.

Solamente se escuchó la ráfaga de disparos en contra del dueño del local, pero nada se pudo hacer, ya que luego de la llegada de las unidades policiales se confirmó su deceso.

Minutos antes de la aparición de las autoridades, el agresor se dio a la fuga. Testigos afirmaron que el sospechoso abordó un vehículo sedán para escapar aprovechando la oscuridad del sector.

Los agentes policiales realizaron un fuerte operativo en el área, sin embargo, no hubo detenciones.

El levantamiento del cadáver se efectuó aproximadamente a las cinco de la madrugada por parte de los funcionarios del Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses.

Se contabilizaron más de diez casquillos de balas calibre 9 milímetros en la escena.

La Policía Nacional y la Unidad de Homicidios de la Fiscalía Auxiliar de la República tratan de verificar si el homicidio del comerciante fue debido a un intento de robo.

Los testigos que se encontraban en las inmediaciones decidieron someterse a la denominada “Ley del silencio”.


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