Dan de baja a asaltante en Santa Ana

Carlos A. Rodríguez / Crítica

Julio César Rentería, de 28 años, resultó muerto luego de ser abatido por las unidades motorizadas Linces de la Policía Nacional en medio de un robo a mano armada, en perjuicio de la distribuidora El Diamante, ubicada en Avenida B, corregimiento de Santa Ana.

El reloj marcaba las 7:45 a.m. de ayer sábado, cuando los comerciantes asiáticos se disponían a empezar la jornada, y repentinamente se introdujo el sospechoso haciéndose pasar como cliente.

En segundos, el asaltante tomó el control, fue hasta la caja y ante amenazas con una supuesta arma, que al final se comprobó que era de (juguete), procedió a arrebatarle el dinero.

Sin embargo, el delincuente nunca pensó que dos unidades motorizadas Linces se encontraban en el área y respondieron al llamado.

Todo ocurrió a menos de una cuadra del Cuartel de Policía de San Felipe.

Mientras, otros comerciantes y personas aledañas gritaban que había un ladrón en el lugar.

Un segundo sospechoso, que se encontraba al volante de un vehículo tipo taxi, emprendió la fuga; pero minutos después fue detenido en El Chorrillo, informó el mayor Fernando Rivera.

Mientras eso sucedía, el local comercial dedicado a la venta de novedades fue rodeado por los uniformados. La información registraba la presencia de un sujeto armado dentro del local.

La ciudadana asiática fue sometida y golpeada en la cabeza por el maleante.

Los dos efectivos policiales que apuntaban al local le indicaban al sospechoso que se rindiera y que entregara las armas.

Sin embargo, la indicación fue ignorada y en ese instante la ciudadana asiática salió del local gritando, desesperada, y señalando que el sospechoso estaba dentro.

En un parpadeo, se registró el ataque en contra del delincuente que vestía una gorra gris, camiseta blanca y pantalón corto oscuro.

La ráfaga de disparos dejó perplejo a transeúntes y moradores del área comercial.

El sospechoso, en un acto de errada decisión, salió del local trayendo consigo el botín entre billetes y monedas, siendo abatido por los policías.

Cayó al piso baleado.

El hombre recibió un tiro en el abdomen y otro en la pierna. Fue trasladado en un autopatrulla al cuarto de urgencias del Hospital Santo Tomás, dos horas después se le dictaminó su muerte.

En la vidriera del local quedaron como testigos decenas de orificios de bala como evidencia del enfrentamiento.

El caso se encuentra a órdenes de la Unidad de Homicidio de la Fiscalía Auxiliar de la República.