Sucesos - 07/1/14 - 11:07 PM

Terminó angustia por náufragos

La familia del náufrago chiricano Esteban Guerra, de 42 años, capitán de la embarcación “Apache”, no sale de la alegría al conocer que los tripulantes de la

Por: - Martes 07 de Enero de 2014 11:07 PM

Mayra Madrid / Chiriquí

La familia del náufrago chiricano Esteban Guerra, de 42 años, capitán de la embarcación “Apache”, no sale de la alegría al conocer que los tripulantes de la nave desaparecida hace tres semanas, fueron encontrados sanos y salvos por un navío norteamericano.

Carolina Rodríguez Arauz, hermana de Esteban, llorando de la alegría expresó que fueron largos días de espera, pero que nunca perdieron la esperanza de encontrarlo con vida, ya que toda su familia estuvo unida en oración.

“En un culto muy hermoso que ofreció un pastor aquí, en la comunidad del corregimiento Pedregal, hace unos días, él nos manifestó que en tres días la embarcación aparecería. ¡Y así fue! A Dios, gracias, que están sanos y salvos. Los días se nos convirtieron en meses, pero con la fe de que estaban vivos. No podemos expresar lo feliz que estamos que los hayan encontrado”, dijo.

Esteban, oriundo del corregimiento Pedregal, en el distrito David, de la provincia Chiriquí, era el capitán de la embarcación al momento que desapareció luego de salir del puerto de El Terraplén, en la ciudad Panamá, en compañía de tres tripulantes.

En la residencia de la madre de Esteban, hermanos y sobrinos estaban ansiosos por abrazar a Esteban luego de tantos días de estar desaparecido.

Se pudo conocer que la embarcación “Apache” tuvo problemas con el motor, por lo que perdieron comunicación con tierra, y fue encontrada el 6 de enero, a 110 millas al sur de Punta Burica, en la provincia Chiriquí, con cuatro tripulantes a bordo, según información del Servicio Nacional Aeronaval (SENAN), a las 11:45 de la mañana, por el barco mercante de bandera panameña New General.

Los cuatro tripulantes de nacionalidad panameña fueron encontrados en buen estado de salud y se espera que lleguen al Puerto Pedregal, en Chiriquí, para ser trasladados a la ciudad capital, donde tienen sus residencias.