Curvatura del pene se endereza con ondas de choque (Video)

El peyronie, o curvatura del pene, se origina por un microtrauma en los cuerpos cavernosos del pene, "ya sea por un golpe -una patada en la zona genital, donde el pene puede doblarse.
Video: EFE

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Por: Madrid / efesalud -

El doctor José Benítez Molina, experto en salud sexual masculina de Boston Medical Group, recomienda en este videoblog a los hombres que padezcan la enfermedad de peyronie, o curvatura del pene, que acudan a su especialista para tratar "con urgencia" esa torsión patológica que les causa dolor y les impide mantener relaciones de pareja eficaces y placenteras.

Mientras el paciente tenga una erección, nunca en estado de flacidez, el dolor que origina esta enfermedad durante la masturbación o la cópula, ya sea coital o anal, siempre será proporcional a la turgencia del cuerpo peneano y al grado de la curvatura. 

El peyronie se origina, las más de las veces, por un microtrauma en los cuerpos cavernosos del pene, "ya sea por un golpe -una patada en la zona genital, un balonazo de fútbol- o por acometer el acto sexual con brusquedad, con violencia, con rapidez, donde el pene puede doblarse, o al intentar forzar la penetración sin la suficiente lubricación", advierte.

La cicatriz posterior, o trastorno en el tejido conectivo que afecta la túnica albugínea (envoltura fibrosa), dará paso, entonces, a la formación de bultos o placas fibrosas, en la mayoría de los casos quistes benignos, no cancerosos. 

La curvatura patológica provoca, además, acortamiento del pene, perdida de elasticidad y la propia erección se ve dificultada por el estrangulamiento del flujo sanguíneo.

Esta alteración estructural, que se mide en grados, que es progresiva, que duele más en el primer año y que empeora con el paso del tiempo, acontece normalmente entre los cuarenta y los sesenta, aunque no es raro ver casos entre los jóvenes de veinte o los más experimentados de ochenta.

"Es importantísimo identificar de forma prematura cualquier cambio en nuestro pene, por leve que sea; sobre todo cuando ese cambio empieza a ser molesto y doloroso -subraya-... se puede llegar a la frustración, a la ansiedad y, en determinadas situaciones, a la depresión".

De hecho, afecta a uno de cada diez hombres mayores de 40 años y se diagnostica hacia los 50 y, sin embargo, a pesar de esta alta incidencia, no es una dolencia ni conocida ni mediática. Es más, muchos varones piensan que la curvatura de su pene es algo natural. 

En los casos en el que el pene muestra cierta curvatura, sin molestias y sin afectar a sus relaciones sexuales, no hay motivos para alarmarse.

"Este tipo de pene es normal, ya que solo se observan diferencias en el tamaño de los cuerpos cavernosos, sin fisuras, cicatrices o placas que lo atenacen", indica el doctor Benítez Molina.

Cuando el origen de la curvatura patológica no está en el traumatismo fisiológico, los médicos apuntan a otros factores desencadenantes.

"Aunque la genética pueda jugar a favor, que no está claro, se registran casos después de una cirugía, de un tratamiento con radiación por cáncer de próstata o en relación con la enfermedad de Dupuytren -engrosamiento de los tejidos bajo la piel de la palma y dedos de las manos-", menciona.

El diagnóstico "es muy fácil": el historial del paciente, su examen físico con palpación y la ecografía peneana certifican la enfermedad sin posibilidad de error.

Es fundamental realizar el tratamiento durante el primer año de la aparición de la enfermedad. El objetivo es aliviar el dolor, disminuir sensiblemente la curvatura y permitir una erección suficiente para el sexo con penetración.

"Las cirugías no son aconsejables porque producen acortamientos de pene, puesto que es una zona sumamente delicada. Los tratamientos conservadores, que se centran en dosis de vitamina E y la colchicina -fármaco antimitótico-, tampoco lo son, al igual que los corticoides", destaca. 

La opción del doctor José Benítez es la neovascularización.

"Se emplean ondas de choque electroacústicas de baja intensidad y alta energía que ayudan a quitar el dolor y a mejorar la curvatura del pene. Las ondas inciden en las placas y aceleran los procesos de autocuración de la zona dañada. Se mejora también la circulación sanguínea y, por tanto, la potencia sexual".

Según datos de Boston Medical Group, un análisis efectuado a 200 pacientes concluyó que el tratamiento con ondas de choque mejoró el pronóstico en un 57% de los casos. La edad media de estas personas era de 60 años. Un 55% también sufría disfunción eréctil (DE) y un 10% eyaculación precoz (EP). 

No menos relevante, los datos se completan con la incidencia de otras patologías: el 36% padecía hipertensión arterial, el 68% bebía alcohol y el 41% fumaba.

En conclusión, para el doctor José Benítez la clave está en el diagnóstico precoz de la enfermedad de peyronie, en su tratamiento urgente, en la dieta mediterránea y en el ejercicio físico diario.

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