Viva - 18/9/14 - 12:17 AM

Propiedades curativas del anís

El anís contiene esencias importantes en lo que se refiere al aspecto terapéutico como son el anetol y el metilcavicol, por ello, las semillas de anís

Por: El Yerbatero/VIVA

El anís contiene esencias importantes en lo que se refiere al aspecto terapéutico como son el anetol y el metilcavicol, por ello, las semillas de anís estimulan el organismo entero, activan sus secreciones, tonifican el corazón, protegen de las infecciones, regularizan el ciclo menstrual y activan las funciones de las neuronas.

Es un aliado del sistema digestivo, ya que tiene una acción carminativa, aperitiva, digestiva y tonificante sobre el estómago. Además, combate flatulencias y putrefacciones intestinales.

Se usa también para calmar el asma, la tos, el hipo y para liberar los bronquios de mucosidades. En este sentido, se ha podido observar, en estudios efectuados, que quienes quieren dejar de fumar, deben utilizar anís, ya que actúa como antídoto de la nicotina y de los alquitranes del tabaco.

Para las mujeres, el anís tiene doble papel benéfico, ya que ayuda a regularizar el ciclo menstrual y además puede ser empleado para acrecentar la producción de leche en las mujeres que amamantan. El anís, al ser eliminado con la leche, favorece al bebé, ya que la facilita la digestión y evita la dolorosa presencia de gases intestinales.

Remedios

Para estimular las funciones digestivas. Elaborar una infusión con una cucharadita de semillas por taza de agua. Tomar una taza al día. Igualmente, se puede macerar por seis semanas para tomar una copita después de comer.

En caso de flatulencia. Preparar, en infusión, una cucharada picada de la ramita de anís en una taza de agua y tomar caliente. Si es en semillas, hervir 1/2 cucharadita en una taza de agua durante 2 o 3 minutos y tomar también caliente.

Para aumentar la orina y combatir los dolores de cabeza. Machacar ocho gramos de anís por un litro de agua hirviendo. Tomar cuatro copitas al día.

Precauciones

No es recomendable su uso excesivo o en largas temporadas, ya que puede resultar tóxico al trastornar la circulación y provocar congestión cerebral.

 
 

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