Los musulmanes de todo el mundo celebran hoy una de sus fiestas mayores, la de "Al Adha" o sacrificio, tradicionalmente un tiempo de piedad y donación que poco a poco ha devenido en una carga económica anual tanto para las familias como para los gobiernos.
De acuerdo con las enseñanzas de la "suna" o costumbre del profeta Mahoma, durante "Al Adha", toda familia con recursos económicos debe sacrificar un animal. Con este ritual los musulmanes recuerdan el sacrificio de Ibrahim (Abraham), quien por amor a Alá (Dios) ofreció la vida de su hijo primogénito Ismael.
Entretanto, más de dos millones de musulmanes alzaron sus manos al cielo y cantaron al unísono al atravesar un desértico valle, rumbo a las afueras de La Meca, Arabia, durante estas celebraciones religiosas.