El trabajo y la dedicación que pone cada uno de los miembros de las comparsas en Penonomé para la confección de una balsa, en el carnaval acuático, es impresionante.
Se trata de un trabajo en equipo que busca hacer que la balsa logre flotar en el río para llevar allí a una princesa y pasearla por todo el balneario Las Mendozas. Eso es lo que caracteriza a los penonomeños cada año durante los carnavales.
Se trata de una alegoría que se coloca sobre una plancha de madera o hierro, pero estas van sobre grandes tanques que hacen que flote y que el evento se luzca.
Se trata de un trabajo en conjunto porque unos hacen que la balsa flote y otros que luzca espectacular, mientras que el resto disfraza a la princesa.
Sin embargo, hay otras balsas más originales que se confeccionan como hace muchos años los campesinos e indígenas. Se trata de balsas con pedazos de troncos que logran flotar y toda la alegoría de la naturaleza y de la danza Cucua.
Este grupo de San Miguel centro se ha convertido en un pilar de la cultura del norte de Penonomé y son los expertos construyendo balsas originales con troncos, bejucos y plantas.
Realmente es un trabajo que requiere de mucha dedicación y esmero. Y aunque parezca increíble es la labor de muchos meses, que se muestra al público en dos días de carnaval.
Pero para estas personas es algo gratificante que al pueblo le guste.