La palabra "pantalones" se hizo famosa la primera quincena de febrero, no por el inicio del año escolar o el varano.
Fue la política la que puso en boca de muchos panameños esta palabra, al reclamar públicamente que "el Presidente debía ponerse los pantalones".
No explicaron si se referían a pantalones de playa, deportivos... o escolares. Lo que sí indicaron es que el mandatario que debe ser de "todos los panameños", debía gobernar... "con pantalones".
Se referían a los días de disturbios y problemas que vivió el país por las protestas de los obreros de la construcción, luego que un policía mató de un balazo a un de ellos en Colón.
Aquí la palabra "pantalones" se convirtió en sinónimo de decisión, responsabilidad, ejercicio del poder y capacidad de buscar solución al grave conflicto que costó millones de balboas al país.
Añada a las pérdidas económicas la mala imagen de Panamá como país violento y sin control, que recorrió el mundo.
Es una contradicción que mientras Turismo gasta millones de balboas en publicidad para atraer a extranjeros, los disturbios los ahuyentara. Hasta la película de James Bond fue afectada...
Claro que los obreros tienen derecho a protestar. Lamentablemente, como dicen algunos, "si no se cierran calles el gobierno no hace caso".
Las palabras del mandatario no gustaron al pueblo que esperaba soluciones. Algunos pensaron que él dejaría el saco y la corbata y sus viajes, para sentarse a buscarle una solución al problema. �Para eso es el Presidente!.
Es que los pueblos lo que desean de sus mandatarios es que solucionen los problemas, sin importar la politiquería que pueda estar detrás de ellos.
Esta falta de efectividad del PRD como gobierno, despertó la imaginación popular. Dijeron algunos que Fidel y Chávez estaban detrás de los disturbios.
Otros alegaron que podrían ser políticos de oposición, quienes querían sabotear la actividad de elección de delegados del PRD.
Lo que sí quedó claro es que la Policía está volviendo a los tiempos de la dictadura militar que respaldó el PRD.
Fue algo salvaje golpear a detenidos indefensos, como hicieron algunos malos policías en Colón. Esas imágenes le dieron la vuelta al mundo...�y seguramente alejaron a muchos turistas!
Nadie puede vivir en un país afectado por el caos, por mejores que sean las razones. Y menos existir con un gobierno "que no se pone los pantalones".