Una res descuartizada de unas 500 libras fue decomisada por los funcionarios de la Sección de Protección de Alimentos (SEPA) mediante un operativo en la abarrotería "Chelita" en la ciudad de Chitré.
Juan Marcelino Peralta, jefe de SEPA en Herrera, explicó que esta carne no debía ser consumida, porque se desconoce el estado físico del animal al momento de sacrificarlo.
Informó que el lugar donde se mató la res tampoco contaba con las medidas sanitarias mínimas.
Manifestó que la res fue depositada en el vertedero municipal de Chitré para que fuera consumida por las aves de rapiña, debido a que el Matadero Municipal no cuenta con un incinerador para realizar este proceso.
Además afirmó que el dueño del establecimiento comercial será sancionado severamente y el comercializador de este producto tendrá que rendir declaración ante la autoridad civil.
La multa a disposición de la autoridad regional de salud para estos casos oscila entre 500 a 5 mil dólares.