Al caballero le falta un pie. Camina con dos muletas. Se le puede ver en semáforos pidiendo plata. Nunca le doy porque estoy en contra de la caridad, pues no resuelve nada de manera definitiva. Hay otros que no tienen ningún impedimento físico. Aparecen con "alcancías" pidiendo dinero para causas humanitarias que a lo mejor son falsas.
Estoy hablando de adultos y no niños ni jóvenes... Contrario a estros personajes, hay un sujeto sin pies, en silla de ruedas, que vende golosinas en semáforos.
Ni está pidiendo dinero ni caridad. Realiza una actividad económica (miniempresario), que le permite el sustento con dignidad.
Y se puede ver a un señor que también le falta un pie vendiendo pastillas. Nunca pide dinero por su impedimento...
�A qué se deben estas actitudes completamente distintas, en personas con problemas físicos parecidos?
Me parece que el orgullo y los valores deben tener algo que hacer en estas situaciones.
También hay que añadir la subcultura del "juegavivo", que guía a algunas personas bellacas.
Si a usted desde pequeño los padres y la escuela le señalan lo positivo que es "ganarse el pan con el sudor de su frente", luego no querrá aprovecharse del buen corazón de otros.
Esto vale para discapacitados y personas sin ningún problema físico o mental.
Muchos panameños son sensibles ante estas tragedias de la vida. Creen que dando limosna solucionarán parte de los pesares que sufren esos personajes.
No sería de extrañar encontrar algunos "falsos" discapacitados. Los verá caminando mal, pero más tarde lejos del sitio de la estafa, no les extrañe que estén sanos...
Peor será si ese dinero dado de buena fe sea empleado para licor o "chinguia".
Hace muchos años directivos de la Asociación de Ciegos me informaron como periodista, que "nunca diera limosna a un ciego".
Ellos estaban orgullosos de no explotar la caridad debido a su ceguera. Se preocupaban por habilitarse de manera que pudieran vivir lo más normal posible.
Usted puede ver a esos invidentes ocupando de manera adecuada diversos sitios en nuestra sociedad. Incluso algunos lo hacen mejor que aquellos que podemos ver.
En fin, todo es cuestión de "actitud" ante la vida. De seguir viviendo con sus propias realidades, por más negativas que sean.
Por eso muchos los admiramos...