El régimen de Teherán se mostró confiado en una pronta resolución de la crisis de los militares británicos, aunque insistió en que el Reino Unido debe reconocer que los quince marinos entraron en aguas iraníes, pedir disculpas por ello y garantizar que no volverá a suceder en el futuro.
El anuncio de los avances en las negociaciones coincidió con la liberación en Irak del diplomático iraní Yalal Sharafi, que había sido secuestrado el 4 de febrero pasado en Bagdad por varios hombres con uniformes del 36 batallón del Comando del Ejército iraquí, un grupo de élite que trabaja bajo supervisión de las fuerzas estadounidenses.
Irán había acusado a EE.UU. de estar detrás del secuestro del segundo secretario de su Embajada en Bagdad.