El presidente George W. Bush alertó de que serán las tropas estadounidenses las que paguen el precio de las reticencias del Congreso demócratas a aprobar, sin condiciones, el proyecto de ley de gastos suplementarios para la guerra en Irak.
Los demócratas están "más interesados en las batallas políticas que en proporcionar a nuestras tropas lo que necesitan", dijo Bush.
El presidente reiteró su disposición a vetar las propuestas de los demócratas que, según advirtió, dificultarán la misión de los soldados estadounidenses sobre el terreno y harán que muchos otros tengan que ir a Irak antes de lo previsto.