La antorcha olímpica concluyó ayer su recorrido por Islamabad entre grandes medidas de seguridad, en un evento a puerta cerrada para el público en el que no se ha registrado ningún incidente.
El complejo deportivo Jinnah, situado en el centro de la capital paquistaní, acogió una ceremonia en la que se desplegó un fuerte contingente de fuerzas de seguridad y a la que asistieron unos 8.000 invitados.
El primer ministro paquistaní, Yusuf Razá Guilani, mostró su agradecimiento a China por haber traído la llama olímpica al país y dijo que es "un gran orgullo para Pakistán haber podido participar del espíritu olímpico".
"La antorcha lleva un mensaje de armonía, paz, entendimiento y amistad", añadió Guilani durante la ceremonia, que fue retransmitida por los canales paquistaníes.
"China acogerá los mejores Juegos Olímpicos de la Historia", proclamó el primer ministro.
Por su parte, el presidente de Pakistán, Pervez Musharraf, señaló que "la llama olímpica simboliza el espíritu global de armonía, a través del cual se conseguirá la grandeza".
"No puede haber ningún mensaje más poderoso que éste, especialmente en el momento en que nos encontramos", abundó el presidente.
Personalidades como el embajador chino en Islamabad, Luo Zhaohui, y 66 atletas fueron relevándose para transportar la llama.
La antorcha llegó a las inmediaciones del estadio escoltada por un vehículo protegido por comandos de elite de la policía y los relevistas la llevaron a lo alto de un carro.
RELEVO: 66 ATLETAS
Personalidades como el embajador chino en Islamabad, Luo Zhaohui, y 66 atletas fueron relevándose para transportar la llama olímpica por tierras pakistaníes.