El Danubio espera con pie de guerra al Santos en el partido de hoy por el Grupo 2 de la Copa Libertadores, tras los inconvenientes en Vila Belmiro cuando cayó 3-2 ante los brasileños.
Danubio quedó con la sangre en el ojo porque no pudo entrenar en el estadio y apenas le permitieron reconocer la cancha por 15 minutos y a la luz del sol; mientras que Arturo del Campo, presidente del Danubio, impidió que los brasileños entrenaran en el Estadio Luis Franzini, donde se jugará el partido decisivo.