El músico panameño "El Barbero" afirmó ayer en España que en su país "se ve diariamente la muerte a manos de niños", que viven atrapados por la falsa realidad de la droga, la pobreza, el paro y la corrupción.
"El Barbero" se encuentra en la capital de la isla atlántica de Tenerife, Santa Cruz, para asistir mañana al estreno del documental "One Dollar. El precio de la vida", dirigido por Héctor Herrera, en el que se denuncian "las cosas que no se ven y que tapa el Gobierno panameño", afirmó el músico en rueda de prensa.
El documental relata todo lo que sucede en los barrios con el "abuso" policial, que provoca hechos como el que, tras la invasión "gringa" del país, en la llamada "Operación causa justa", Panamá quedase "regada de armas", añadió.
El músico, que confesó que había pertenecido a una banda juvenil, explicó que "yo fui uno de ellos, pero pasaron los años y me pude reivindicar haciendo lo que me gusta, la música".
"El Barbero" incluso reconoció que recibió tiros en la cabeza, el estómago y las piernas por no resolver un conflicto "con los puños, sino con las armas".
El filme ha sido calificado de "espeluznante" por el músico y actual ministro de Turismo panameño, Rubén Blades, y, según relató "El Barbero", el rodaje fue "bastante duro y peligroso", y durante la filmación mediaba entre el director y las bandas para que sus miembros perdiesen el miedo a que fueran "a meterlos en la cárcel".
Un dólar es el precio de la vida en Panamá, ya sea un gramo de cocaína, marihuana o "hasta matar" a alguien -la mayor parte de los homicidas tienen 17 ó 14 años- por cuestiones de drogas o porque "la mamá de uno insultó a la del otro".
Panamá "es un país un poco corrupto por todas las vías", aseguró el músico, quien reclamó que se respeten los derechos de los pobres, y no sólo de los ricos, y lamentó que muchos jóvenes estén atrapados "por la falsa realidad del humo" del pegón, marihuana adulterada con cualquier clase de química.