Cerca de 20 familias residentes en Guadalupe, que colindan con la parte trasera de la cantera de El Coco en La Chorrera, se quejan por las rajaduras que presentan sus casas, lo cual atribuyen a las constantes explosiones que se dan de forma fraudulenta, ante la complicidad de las autoridades.
Los afectados señalan que están cansados de ver la indiferencia y prepotencia con que son tratados por el administrador de la cantera, a quien cada vez que le ponen una queja sobre los daños que sufren en sus viviendas, los amenaza con procesos legales.
La Oficina Regional del SINAPROC informó que, en el año 2006, atendieron una denuncia de la comunidad debido a unas voladuras, cuyos fragmentos perforaron varias láminas de zinc, pero no están vinculados con la actividad.
Donato Gutiérrez, de la Oficina de Seguridad del Cuerpo de Bomberos de La Chorrera, dijo que su función es revisar que se hayan tomado las medidas necesarias para que se hagan las voladuras, que son dos o tres veces al mes.
Al respecto, el gerente de la cantera, Cristian Meza, quien pidió que no se le grabara su declaración, dijo que el 10 de abril cuando recibió la queja de los moradores, les informó que con quien tenían que hablar era con la compañía que ellos subcontratan para que haga las voladuras.
Indicó que la compañía "Drilling & Blasting", que es la encargada de hacer las explosiones, bajo la coordinación de la Oficina de Seguridad de los Bomberos, la DIIP y la Policía Técnica Judicial, tiene un seguro para cualquier eventualidad que surja.