La soberbia y la falsa percepción de autosuficiencia; ese concepto de que "yo no necesito a nadie" es una característica de aquellos débiles mentales que se sienten en una posición privilegiada, que los hace "superiores" al resto.
Pero en ocasiones, a algunas personas estos sentimientos le afloran en los momentos de crisis, cuando están contra la pared. Rehúsan recibir ayuda de los demás, incluso las demostraciones de afecto desinteresado.
Se cierran en sí mismos, sienten que su miseria es un asunto propio, que solo ellos pueden resolver, y en consecuencia se alejan de quienes más los quieren: padres, hermanos, pareja, hijos y amistades.
A veces estas reacciones se dan cuando pierden a un ser querido, o cuando quedan desempleados, o cuando sufren una decepción amorosa. Al darse estas reacciones aislacionistas, uno podría deducir que no es su corazón, ni su bolsillo los que han recibido el peor golpe, sino su ego.
El estar en una situación vulnerable, en la cual se pierde el control de la propia vida, los hace sentirse avergonzados, y por ende reaccionan haciéndose los duros. El problema es que todos, absolutamente TODOS necesitamos un poquito de ayuda de nuestros seres queridos para poder salir de las crisis.
Aislándonos, solo concentramos nuestro dolor y frustración, y hasta podemos terminar perdiendo el cariño y la estima de quienes tratan infructuosamente de romper el caparazón que hemos construido a nuestro alrededor, y así llegar a nuestro corazón.
De hecho, las crisis son un buen momento para deshacernos de las malas compañías, porque quienes se acercan a nosotros cuando estamos en "la podrida" son nuestros verdaderos amigos, esos que vale la pena conservar.
Si usted está pasando por problemas, debe saber que hay personas que lo quieren y que desean que salga de su atolladero. No los rechace ni los aparte.
Hay que dejar a un lado el orgullo, y menos aún con las personas que nos quieren sin pedir nada a cambio. Solo usted sabe quienes son. Igualmente sabe identificar a los que solo querían sacarlo algo, y que ahora brillan por su ausencia.
Si tiene problemas, ya sea de dinero, de amores o de salud, busque ayuda. Usted no nació ni se educó ni es lo que llegó a ser únicamente por su esfuerzo. Hubo padres, madres, abuelos, maestros y amigos que influyeron en eso, así que todos dependemos de todos en este mundo.