Rafael Castillo estaba tirado en medio de la carretera con múltiples golpes en la cabeza, rostro y cabeza. Su hermano lo encontró casi sin vida cerca de su casa.
Luego de una actividad bailable a la que acudió el menor de edad, este se embriago y en horas de la madrugada -camino a su casa- alguien lo golpeó salvajemente y casi lo matan. Lo dejaron en medio de la carretera de Congo, en Penonomé.
Unos transportistas ayudaron a quitarlo de la carretera para evitar que fuera atropellado por un vehículo. Estaba inconsciente, pero aún respiraba.
Eusebia Castillo, madre del menor, comentó que ella estaba en su casa con su esposo y uno de sus hijos llegó desesperado indicándoles que Rafael estaba en medio de la carretera con muchas heridas en el rostro y cuerpo.
El menor estaba tirado y ensangrentado en la calle, en estado de ebriedad, su madre señala que él se enloquece cuando ingiere bebidas alcohólicas, pero pide que se investigue quién lo golpeó al punto de casi matarlo.
Rubén Castillo pide que se investigue porque él cree que se trata de alguien que se aprovecho del estado de borrachera de su hijo para golpearlo.
El joven, que trabaja en una finca ganadera de Las Guabas de Penonomé, estaba sin camina y muy goleado. A unos metros se encontró una varilla de acero ensangrentada y la camisa.
Testigos comentaron que en horas de la madrugada se escuchó un ruido y voces de alguien discutiendo. Vieron a dos personas y una hora más tarde se percataron que se trataba de un joven herido en medio de la calle, el que fue auxiliado por transportistas y posteriormente trasladado al hospital de Penonomé, por los bomberos.
Las autoridades de Policía investigan el hecho, pero aún no hay sospechosos, mientras que el menor de edad fue hospitalizado por la gravedad de las heridas que le propinaron en el rostro, cuerpo y cabeza.