María Eugenia Dávila, la bella chica de 20 años, que fue asesinada por el agente de seguridad Omar Sinisterra, de 42 años, luego de intentar violarla, mantiene consternada a su familia y amigos.
Ella vivía en Monterrico junto a sus padres. Desde hace año y medio laboraba como recepcionista en los Laboratorios Raly y estudiaba Administración de Recursos Humanos en la Universidad Interamericana.
Su padre niega que María mantuviera una relación sentimental con Sinisterra, quien además de matarla, hirió a otros dos empleados del laboratorio y luego se suicidó.