Un equipo al que nunca se le cansa los brazos para alentar, las piernas para saltar y la garganta para gritar.
Los fanáticos de los equipos de Portugal y Francia libraron una batalla en las gradas del estadio de Múnich.
A pesar que uno tenía que perder, los alentadores salieron satisfechos del estadio, porque sus equipos dieron un gran espectáculo en el campo de juego.
En este mundial las caras pintadas, las chicas esculturales, los niños con crestas de gallo, las chicas desnudas pintadas y otras cosas.
Se puede definir que las ciudades de Alemania se han convertido en grandes murales para obras de arte, que no valdrán millones, pero son un millón de esperanzas por once guerreros que luchan por un balón y por el honor de su patria en la cancha.