El acordeón es la médula espinal de nuestra música típica, un instrumento que requiere de estudio y dedicación. Aunque para los conocedores, es incompleto.
�Por qué?, se preguntarán. Para Fray Rivera, músico y reparador de trayectoria, el acordeón Hohner Corona III, modelo que ha prevalecido durante más de 50 años de música en Panamá, que posee 31 teclas y 12 bajos, carece de notas musicales, lo que ha llevado a los acordeonistas panameños que conocen de esta deficiencia, a interpretar y grabar piezas en las cuales se han tenido que sustituir ciertas notas de la partitura por notas parecidas, pero que no son las precisas.
Pero eso está a punto de cambiar, pues este panameño ha realizado una importante adaptación a este instrumento. Fray Rivera, músico de gran experiencia, ganador del concurso Gelo Córdoba, que ha viajado por buena parte del mundo acompañando a conjuntos folclóricos, y técnico de acordeones, logró adaptar dos nuevas teclas a varios de sus acordeones
Fray, quien trabaja la afinación y reparación en su residencia de Arraijan, le tomó varios años completar el trabajo que concluyó con la adaptación de las dos nuevas teclas, que equivalen a cuatro nuevas notas, lo que abre una muy importante gama de posibilidades a la música típica.
El trabajo no fue sencillo, pues Fray nos habló de que años atrás había adaptado las teclas, pero sin saber a qué notas correspondían.
Luego de estudiar profundamente el manual del Hohner Corona III y otros modelos de esta fábrica alemana, Rivera logró insertar en el teclado las dos nuevas teclas. Vale destacar que según Rivera, este modelo tiene el espacio necesario de fábrica para esta adaptación que de seguro le dará otra cara a la música típica.
Fray asegura que todo el que conoce de música típica sabe que esas notas hacen falta. Ello evitaría, por ejemplo, que el músico en un baile tenga que usar hasta 10 acordeones, pues en uno solo tendría las notas necesarias para sus interpretaciones.
Ello implica, según Rivera, que los tonos menores sean más completos, lo que otorgará mayor musicalización a las melodías panameñas.
Cabe destacar que nuestra música típica, en su inmensa mayoría, es interpretada en tonos menores que se identifica por ser música melancólica y nostálgica, es decir, "suave" a diferencia, por dar un ejemplo, del vallenato que es esencialmente interpretado en tonos mayores, es decir, más alegre.