Los resultados de las recientes encuestas en la que se pone de manifiesto un descenso de popularidad de casi la totalidad de los potenciales candidatos a la Presidencia de la República, en los comicios del año 2009, es preocupante.
A este hecho se suma el crecimiento del número de ciudadanos que no muestra preferencias políticas. Mientras se reduce el porcentaje de los precandidatos, el de los indecisos se incrementa.
�Qué está sucediendo? Habrá muchas explicaciones. Quizás el electorado está cansado de las mismas figuras y esperan que emerjan otras fuerzas o nuevos candidatos desligados a los partidos tradicionales. También puede ser que los panameños están más preocupados en sus problemas cotidianos como para prestarle atención anticipada a sus preferencias políticas.
Lo cierto es que ya estamos a menos de dos años que culmine la gestión del mandatario Martín Torrijos y ya los partidos políticos han calentado sus motores de cara a los comicios del 2009.
Los políticos más constantes son los que aparecen en el panorama. Desde que acabó la campaña electoral del 2004, Ricardo Martinelli ha mantenido una presencia permanente en el escenario e igual sucede con la ministra Balbina Herrera, el alcalde Juan Carlos Navarro y el exmandatario Guillermo Endara.
Los precandidatos intermitentes suben y bajan conforme a la actividad que desarrollen.
La experiencia de los últimos años revelan que cualquier político con aspiraciones de llegar al Palacio de Las Garzas debe dedicarle tiempo anticipado al contacto con los potenciales electores. Ya los tiempos en que se inventaban candidatos, o cuando realizaban campañas a control remoto o los que esperaban que le ofrecieran una postulación en bandeja de plata, ya no tienen cabida en Panamá. Existe una nueva realidad que resume un dicho popular: �El que quiere camarón, que se moje el pantalón!