Una verdadera aventura para los visitantes que gustan del ecoturismo se vive a lo largo de este archipiélago, donde las diferentes etnias como la Ng�be, Kuna y Guaymí forman parte del entorno que atrae a tantos turistas de diferentes partes del mundo.
Uno de los puntos más atractivos para el turista es Isla Colón, Cayos Zapatillas, Sendero del Oso Perezoso, Bahía de los Delfines y el Sendero de las Ranas Rojas, la más chica del mundo (1 cm), sumamente venenosa y que solo existe en este archipiélago, constituye en uno de los grandes atractivos del lugar.
Otro de los encantos de esta región es sin duda, Cayo Coral, sitio verdaderamente cautivador que conecta al visitante directamente con la naturaleza, permitiendo la posibilidad de poder bañarse en medio de exóticas especies marinas como "La Barracuda" y poder apreciar a través de sus aguas cristalinas, los arrecifes coralinos.
Su deliciosa comida a base de picante , verduras y mariscos, en especial la langosta, pescado entero como el pargo rojo y los variados batidos de frutas frescas agradan a los visitantes.
Para los más exigentes también tienen platos especiales como: el pescado en escabeche, el rondón, a base de pescado en salsa con verduras y coco, así como saus.
Isla Colón tiene un movimiento turístico muy grande, en donde el extranjero se confunde con el lugareño en una convivencia fuera de lo normal, así se observan sentados a orillas de la calle o montando bicicletas por toda la isla como viejos amigos.
Y es que la compenetración entre los lugareños y los gringos es tan buena que muchos se están casando con las lugareñas y formando sus familias.
Esto se debe a la hospitalidad que le brindan los bocatoreños al visitante y la casi nula delincuencia que existe en esta isla, donde los casos que se dan son muy esporádicos y si se dan no es por parte de la gente de Isla Colón.
Sin embargo, este gran auge turístico ha traído como consecuencia la falta de agua potable, lo cual es cuestionado por los bocatoreños que señalan que no saben que el Gobierno puede aceptar tantos proyectos turísticos ante la gran escasez del vital líquido.
Se critica que en por lo menos Isla Colón, el turista no pasa trabajo porque todos los hoteles tienen sus reservas, cosa que no pasa con las personas humildes de este lugar.
Dentro de su población indígena se encuentran los Guaimíes que habitan a orilla del mar y viven en pequeñas chozas o ranchos, de forma muy rudimentaria, sin electricidad ni agua. Aunque viven un poco aislados y conservan su dialecto original han adoptado de los "bocatoreños" su famoso "guari-guari".
Este peculiar modo de hablar, que es una especie de inglés mal hablado, les ha permitido la comunicación con los turistas, quienes son atraídos por sus artesanías.
También se observa dentro de la población un grupo mayoritario de jamaiquinos que llegaron a Panamá para trabajar en las bananeras, radicados en Bocas del Toro y que constituyeron familias.