EI mensaje de la liturgia de este domingo gira en torno a las diferentes expresiones del amor. La primera lectura hace énfasis en el amor de Cristo hacia la humanidad: la cruz (entrega y servicio). Pablo, en cambio, presenta el himno del amor eficaz de Dios.
El Evangelio de Mateo, expone un amor fraterno que se manifiesta en la alegría de compartir lo que cada uno es y tiene para construir un mundo justo y solidario.
Jesús manda a los discípulos que den de comer a la multitud. Los panes y los peces representan el ambiente celebrativo de la escena.
El hecho de levantar y pronunciar la bendición sobre estos dos signos, confirman el nexo con el banquete eucarístico: Jesús está sentado en la mesa y sirve a todos por igual.
Toda la multitud comió hasta saciarse y sobraron doce canastos. �Cómo puede ser esto posible si sólo eran cinco panes y dos peces?
Si cada uno aporta lo poco que posee, sobrará el alimento tanto material como espiritual, es decir, cuando hay solidaridad todo se multiplica.
Qué maravilloso es compartir todo lo que se es y se posee. Cuando cada uno pone al servicio de los demás los dones, talentos y cualidades que le han sido concedidos, el corazón desborda de alegría y sobran las bendiciones para la comunidad.
Con la frase "denles ustedes de comer", Jesús quiere enseñarnos que todas las personas deben compartir. Así, nosotros hemos de estar dispuestos a donar y aportar toda nuestra vida a los demás, para anticipar la vivencia del banquete celestial.