El papel de este hábil agorero, es igualito al de los "chombos" blancos, que conocimos en la Zona del Canal: �Sapo! Percibo que Obama va a corretear a los "espaldas mojadas" en los rincones más inhóspitos del norte, con tal que la fuerza laboral negra angloparlante esté en la primera fila de la repartición de migajas, así fue parte de la discriminación en la Zona con los "cholos", los "machiguas" y el resto de la negramenta que no hablábamos bien el inglés.
El papel de Obama, mago infernal de la oratoria, no perdurará en la demagogia. Fíjense que habló en Alemania y Francia como un desconocedor de su raza, que haría llorar también a cualquier extraterrestre recién bajado, despistado y sorprendido en sus púlpitos, pues, lo menos que se le hubiese pasado por la cabeza en esos momentos de magia negra, era que, todos los parecidos al orador, fueron humillados y millones encadenados como bestias y traídos esclavos a las Américas, por los mismos tatarabuelos del público bobalicón, que lo estaba aplaudiendo a lágrima partida, pero el bellaco no dijo una sola palabra al respecto.
El papel de Obama si gana se revelará en el mayoral cruel y servil del "Gringo Malo", el de fuetero, el perseguidor de esclavos y reos con perros adiestrados. �Nada cambiará en el Imperio! Acaso no les veis las zancadas, Obama en su vida pasada fue un entrenador de sabuesos desgarradores de conejos, zorros y puercos de monte. Parece, es casi idéntico a la clase de "yumeca" que le metió la idea a los gringos aquí en panamá, del asqueroso letrero "NO DOG NO PANAMENIAN", aunque el tuviera que entrar por la puerta de la servidumbre junto con los "machis" y los otros negros que lo miraban con el miedo al látigo de lucifer.
El papelito de Obama, ahora sí, ese que trató de introducir en el Muro de los Lamentos, rehusó adentrarse con la facilidad que se meten los demás, a lo mejor por la carga maléfica que irradiaba, primero trató de meterlo en forma de batería escolar del "Inti", �no pudo!, luego lo empelotó y aún así las grietas sagradas se negaban a aceptarlo. �Recemos carajo!
