La investigación sobre el brote de fiebre aftosa declarado en una granja ganadera inglesa se centraba en un laboratorio cercano, tras confirmarse que la cepa del virus es idéntica a la utilizada en ese complejo para la fabricación de vacunas y fines diagnósticos.
El laboratorio de Pirbright, a unos pocos kilómetros de la explotación afectada, es compartido por el Instituto de Salud Animal (IAH en inglés), que trabaja para el Gobierno británico y para la Unión Europea (UE), y por la farmacéutica Merial Animal Health, que utilizó esa cepa en una remesa de vacunas manufacturada en julio pasado.
Tras esos hallazgos, la veterinaria asesora del Gobierno, Debby Reynolds, ordenó una zona individual de protección para abarcar tanto la granja afectada como el laboratorio de Pirbright, con un área de vigilancia de diez kilómetros.
La fiebre aftosa, que afecta raramente al hombre, es una enfermedad viral muy contagiosa de los animales de pezuña hendida, que se caracteriza por la formación de aftas (ampollas rellenas de líquido) y lesiones en la boca, la nariz, las tetillas y las patas.
El Reino Unido ha decidido suspender de forma voluntaria sus exportaciones de ganado y productos animales.