Con rezos y aplausos, cientos de panameños se reunieron en la Iglesia de Lourdes, en Carrasquilla, en esta ocasión no hubo ni rudos ni técnicos, sino una hermandad para rendirle el último tributo a un amigo y compañero, Danilo Echeverría, conocido como el "�dolo", a quien muchos consideraron un emblema de la lucha libre panameña, quien falleció a la edad de 71 años, producto de un cáncer.
Al menos 500 personas recibieron en la Basílica los restos del "�dolo", quien llegó con su famosa máscara, la que nunca perdió en el cuadrilátero, porque solamente él quería que Dios se la quitara.
Grandes fotografías de su época de gloria en la década de los años 70 estaban al lado de su féretro, color rojo vino, en las que se le veía luchando con los grandes gladiadores mexicanos.
"Hoy la familia de lucha llora por la pérdida del "�dolo". "Fue un buen compañero, era mi compadre, un extraordinario profesional y una magnífica persona", dijo Osvaldo Espinoza, mejor conocido como Sandokan, mientras observaba los resto del "�dolo", para darle el último adiós.
El cuerpo de Danilo fue llevado por los luchadores panameños en cortejo fúnebre hacia el Jardín de Paz, donde fue sepultado con la legendaria máscara que nadie le pudo quitar.