Carlos Rivera tenía todo arreglado para jugar esta temporada en el Boyacá Chicó: el club presentó al panameño como nuevo refuerzo, le dieron un lujoso apartamento amoblado y la camiseta número 6.
Sin embargo, su equipo en Panamá, San Francisco, no se puso de acuerdo en lo económico con el campeón colombiano, dando al traste con el deseo del panameño de militar en el fútbol internacional y abrirse paso a un mercado en que puede encontrar otras oportunidades.
"Lo más probable es que tenga que regresar a Panamá para jugar la Champions de CONCACAF con el San Francisco, le debo muchas cosas a ese club, por lo que a veces uno debe dejar a un lado lo económico y ser agradecido", comentó Rivera.
El representante colombiano Alex Ríos fue el encargado de tramitar el traspaso del jugador al balompié cafetero.
Rivera, quien tiene contrato con San Francisco hasta el 2009, espera tener una nueva oportunidad la próxima campaña con el Chicó, equipo que le dejó las puertas abiertas para su eventual regreso como refuerzo a la Copa Santander Libertadores.
