Luis Contreras es una víctima de la ineficiencia del actual sistema de transporte de Panamá.
Contreras lo experimentó en carne propia aquel 23 de octubre en el que el Bus 8B-06 se incendió y fallecieron 13 personas.
Ahora él y David Ramírez, del Movimiento 23 de Octubre, son parte de la Asociación de Usuarios que nombró la Autoridad del Tránsito y Transporte Terrestre (ATTT), con el proyecto Transmóvil.
La idea es que los panameños tuvieran representación y participación en la toma de decisiones sobre el transporte, sin embargo, Contreras indica que Transmóvil es una imposición del Ejecutivo.
"Este es un serio problema y debió consultársele a los usuarios mediante un referéndum y eso no se hizo. Aquí se ha actuado con imposición, porque este es un problema social del pueblo panameño", recalcó inconforme.
También criticó la actitud pasiva de los ciudadanos, ya que "pasan cosas y la gente no reacciona. La ciudadanía tiene que ser más activa", dijo.
Ahora en la Asociación de usuarios, también dice sentirse impotente, porque no cuentan con los recursos para atender las quejas que llegan.