Varios miles de personas protagonizaron una marcha de protesta, la más numerosa hasta ahora, contra la visita de Estado del papa Benedicto XVI a este país.
Los manifestantes se dirigieron desde Hyde Park, donde el Papa celebró una vigilia de oración, hasta Downig Street, residencia del Primer Ministro, David Cameron, que se entrevistó con el Pontífice.
"La oposición del Papa a los condones mata a la gente", "El Papa protege a los curas pederastas" o "Si toleráis esto ahora, vuestros hijos serán los próximos" son algunas de las frases que podían leerse en las pancartas.
La marcha ha sido convocada por diferentes organizaciones, entre ellas la Asociación Humanista Británica y la Sociedad Nacional Secular, y en ella participan también víctimas de abusos sexuales de sacerdotes.
El activista de derechos humanos Peter Tatchell, que se ha destacado siempre en la defensa de los derechos de los homosexuales, criticó que se conceda al Papa estatus de jefe de Estado.
El presidente de la Sociedad Nacional Secular, Terry Sanderson, afirmó que "pasaron ya los días de los papas" y agregó que "éste es un país laico, una nación secular, por lo que el Papa debería irse a casa con su religión y dejarnos que arreglemos nuestra sociedad".