Tres mareros de la M-16 fueron deportados a El Salvador, el pasado jueves 16 de septiembre, tras ser detectados por las autoridades panameñas en una operación de inteligencia.
Una fuente judicial indicó que los tres individuos, dos varones de 24 años y una dama de 19, fueron detectados comiendo en un restaurante de Paso Canoas, en la frontera con Costa Rica.
Se conoció que los sujetos ingresaron al territorio nacional vía terrestre por este mismo punto y se estaban hospedando en un hotel de la provincia de Chiriquí.
La fuente detalló que el intercambio de información entre las autoridades salvadoreñas y las panameñas, permitió que las últimas se percataran de la presencia de la célula marera en el país.
Agregó que el objetivo de estos miembros de la M-16 en el país era estrechar vínculos con líderes de pandillas que operan en la provincia de Chiriquí, aunque los sujetos no precisaron qué tipo de conexión querían mantener con los grupos panameños.
Los tres sujetos, al momento de ser capturados, no mostraron resistencia.
Explicó que ninguno de los mareros tenía tatuajes ni marcas que son características muy propias de los integrantes de la mara, por lo que se presume que esta puede ser una estrategia para no despertar sospechas de las autoridades.
Esta no es la primera vez que los estamentos de seguridad encuentran individuos de estas organizaciones pandilleriles de Centroamérica en el país.
Es la tercera vez, que producto del intercambio de información con los países del área, Panamá logra detener a mareros que han ingresado al territorio nacional.
Las maras (pandillas), han sembrado el terror en El Salvador y se han convertido en ejércitos de jóvenes delincuentes. Se han expandido a países como Estados Unidos, Canadá, México y Centroamérica.